Normalmente, el nombre de Toureg en el mundo del automóvil, tiende a asociarse directamente con el popular todocamino de Volkswagen, sin embargo, en la historia de la marca francesa Peugeot, encontraremos un prototipo que adoptó este nombre años antes que el modelo de Volkswagen.
Dicho prototipo se destapaba ante el público en el stand que Peugeot tenía en el Salón del Automóvil de París de 1996, donde junto con otras novedades, conseguiría dejar muy buen sabor de boca a los asistentes de aquella edición de este importante evento. A simple vista, llamaba su atención su tamaño y su aspecto, muy similar al de un “buggy”. De hecho, su función principal era la de divertir al conductor en terrenos castigados, pues contaba con tracción 4×4, aunque eso sí, de una manera muy eficiente.
Y es que el Peugeot Touareg Concept había sido diseñado para no dañar lo más mínimo el medio ambiente, algo que conseguía gracias a la combinación de un pequeño motor de gasolina, y de un generador eléctrico equipado con baterías de níquel y metal de hidruro. Este motor de gasolina, con una pequeña cantidad de combustible, hacía funcionar el generador eléctrico que producía suficiente electricidad para que este prototipo consiguiese un total de 4 horas de autonomía.
Ayudaba también su estructura de carbono, y su no menos curiosa carrocería de plástico moldeado con las que conseguía ser lo suficiente ligero (pesaba 859 kg). Además el conjunto contaba con unas llantas de 18 pulgadas que parecían estar fusionadas con los neumáticos, consiguiendo de ésta manera ofrecer un aspecto sencillamente único. Podría decirse que el Peugeot Touareg tenía todas las claves para hacer que los dos ocupantes que podía transportar disfrutasen de un día de aventuras en los terrenos de accesos más difíciles, sin embargo, no consiguió cumplir los requisitos suficientes para convertirse en un modelo de producción, y pasó a formar parte de esos modelos que sencillamente, encuentran un hueco en el baúl de los recuerdos.