De nuevo os traemos otra novedad que se verá en el Salón de Frankfurt en unas horas. Estos días hemos tratado de informaros sobre las novedades más llamativas que se dejaran ver en el Salón, y hoy os traemos otra que destaca por sí sola, el Lexus CT 200h, pero en su versión más radical.
Ya se había visto antes esta versión del CT 200h, pero ahora se dejará ver en nuestro continente, y además dejará que sepamos un poco más sobre ella. Lo cierto es que no podemos decir que sea la mayor novedad que Lexus ha presentado en el Salón, pues su estrella especial ha sido el nuevo GS 450h. Pero hay que admitir que el hecho de que Lexus haya aprovechado el armonioso diseño del CT 200h para darle un toque más deportivo, y además ofrecerle un poco más de rendimiento, es algo que seguro que muchos agradecen.
Esta versión del compacto ecológico goza de una imagen más agresiva, ofreciendo faldones laterales, alerón posterior, unas llantas de mayor tamaño, suspensión rebajada y doble parrilla estilo panal de abeja. Todo esto acompañado de un interior que nos ofrece tapicería deportiva, un volante específico, pedales de aluminio y un techo de tono oscuro.
Además del equipamiento que acabamos de mencionar, esta versión contará con sistema de arranque por botón, ópticas LED y climatizador automático de serie. También contará con una cámara de visión posterior integrada en el espejo retrovisor y un fantástico sistema de sonido especial.
Lamentablemente, salvo la suspensión deportiva, podemos decir que el CT 200h F-Sport no presenta ninguna novedad mecánica, vamos, que no presenta ningún tipo de cambio mecánico respecto a un CT 200h normal. Por lo que esta versión sigue montando un motor de combustión de 1,8 litros y 99 cv, y otro eléctrico de corriente alterna de 82 cv.
Podemos decir a fin de cuentas que no son muchos los cambios que presenta frente a un CT 200h normal. Pero como he dicho, se agradece que Lexus haya reparado en ofrecer una versión más deportiva, orientada a un público más joven, para demostrar que los híbridos no son tan aburridos como parecen. O al menos, que intentan dejar de serlo.