No se nos mete en la cabeza que los vehículos que conducimos diariamente son, exagerando un poco, “máquinas de matar”. A todo aquel que se quejara de la ley de los 110, le invitaría amablemente a impactar a esa velocidad contra un muro de hormigón con su coche, y después, si puede, que me lo siga criticando. Porque el problema no es ir a 110, ni a 120, ni a 140. Es más, la gran mayoría de vehículos que venden las marcas hasta la fecha, serían capaces de aguantar viajes de 400-500 km a esos deseados 140 km/h, y no tener porqué tener un accidente. Con un 600, si consiguiera llegar a esa velocidad, sería más discutible la seguridad.
El problema, y a pesar de parecer un prepotente, es que no sabemos conducir. Hoy os traigo la manía de circular por el carril izquierdo, con el plus de un tráiler adelantando. Siempre se tiene como a los mejores conductores a los camioneros por el tiempo que se llevan en la carretera, y porque al fin y al cabo, sus exámenes son más completos exigiéndoles hasta temas de mecánica, de verdad no como a los de coches. Pues creo que lo primero que se les olvida es que un camión no puede adelantar. Teóricamente sí, pero también teóricamente nosotros no podemos adelantar a nadie que vaya cerca del límite, pues aunque tengamos ese extra de los 20 km/h para adelantar en carreteras convencionales, si al que queremos adelantar va a 95 y la carretera es de 100, no se puede adelantar.
Y qué es lo que pasa cuando un camión va por la izquierda, por el gran motivo del PORQUESÍ. Pues pasa que estorba, y nuestro amigo pecando de listo se lleva el susto de su vida aquí. Ocurrió en una autopista rusa, que se estaría acabando y el camión tuvo que volver al carril derecho. Mal hecho por ambas partes. Primero y más importante el del camión. Aunque no le estuviese pasando nada por ir por el carril izquierdo, las cosas se tuercen muy rápidamente, mucho más rápido de lo que nos creemos. Pero es que nuestro amigo “Vladimir” lo hace mejor intentando adelantar por la derecha.
Por si no hubiera tenido suficientes motivos como para hacerse caquita encima haciendo un trompo en mitad de la autopista, cuando el coche termina de girar y vuelve al sentido normal había otro camión esperándole de frente, que por suerte este iba algo más fino y dándose cuenta de lo que le venía encima consiguió parar a tiempo. Enviados especiales de Motor Digital al lugar del suceso nos confirman que nuestro amigo “Vladimir”, después de esto, pasó por todas las iglesias de todas las religiones en Rusia, siendo ateo.