Vettel asusta y mucho. Increíble la facilidad con la que ha ganado el primer gran premio de la temporada de F1, que le ha servido para ponerse líder del mundial, por segunda vez como cuando ganó la última carrera del año pasado y le otorgó la victoria del campeonato.
Es cierto que las gomas Pirelli y el alerón variable le han dado más emoción a la carrera, pero tampoco es el revulsivo que necesitaba. Los neumáticos le han dado vitalidad a la carrera no por sus prestaciones, sino por la falta de éstas a causa de las bajas temperaturas registradas en pista durante la carrera. Marc Gené y Pedro de la Rosa excusaban a los neumáticos durante la retransmisión de la carrera diciendo que durante los tests en Montmeló las temperaturas en pista habían sido más altas. No es excusa cuando el propio Vettel perdió un trozo de neumático, casi como la palma de una mano, ayer en los entrenamientos por rodar rápido.
Del alerón variable lo único que me dió emoción fue ver como Alonso disparaba el KERS mientras que a Webber se le veía el hueco del alerón casi plano y llegaban los dos a final de recta pegadísimos. Lástima para Sergio Pérez, que había conseguido una meritoria 7ª posición, pero junto con el segundo Sauber de Kobayasi fueron descalificados por encontrar irregularidades en la parte trasera del monoplaza. Mala suerte también para Alguersuari, que tras tocar a Shchumacher por detrás rompió el alerón delantero, con la consiguiente pérdida de tiempo. La clasficación final queda así:
Clasificación final:7. Perez-Sauber-Ferrari + 1:05.8008. Kobayashi-Sauber-Ferrari + 1:16.800