Año nuevo, esperanzas nuevas para Saab. Por todos los que nos seguís es sabido que SAAB no pasa por buenos momentos. La marca sueca quería desvincularse de su matriz, General Motors, y ésta ha impedido por todos los medios que fuera absorbida por fabricantes chinos con la consecuente pérdida de liquidez económica.
SAAB estuvo el año pasado, y los anteriores también, buscando una inyección económica de algún inversor interesado para intentar mantener los puestos de trabajo de sus empleados. Como muestra, la despedida de un dirigente de SAAB que aunque dimitiendo, salió aplaudido por los empleados ya que éstos sabían que lo había intentado todo por ellos. Lamentablemente, el pasado 19 de diciembre SAAB acabó con la agonía pidiendo la declaración de bancarrota, después de infinitos intentos de mantener a flote la empresa.
La bancarrota era la última opción de SAAB para que sus acreedores cobrasen si quiera alguna parte de lo que se les debía, disolviendo la marca. Ahora, en esta situación, se ve algo de luz al final del túnel. Nuevos inversores están interesados en adquirir la marca sueca, y esta vez no es dinero chino para que GM no meta las narices.
Desde la India llega Mahindra & Mahindra, que al igual que TATA ha conseguido hacerse un hueco entre los grandes fabricantes de automóviles con vehículos low-cost. De hecho, hace poco tiempo, fue esta marca la que rescató a la coreana Ssangyong. Tienen potencial suficiente como para venir con toda la manteca todo el dinero que haga falta para comprar SAAB, y de un plumazo acabar con sus deudas.
Por otro lado hay un país entero interesado en la marca, Turquía. El país semieuropeo y semiasiático está interesado en tener un fabricante local, y la marca sueca tendría todas las papeletas para convertirse en la marca turca de automóviles. Si fuese necesario, el propio gobierno turco apoyaría con inversión pública la compra del fabricante escandinavo.
Noticias esperanzadoras con las que te entran ganas de empezar el año.