2012 será recordada por la temporada moderna de Formula 1 sin pilotos italianos. El “último de su especie” ha sido reemplazado por los petrodólares del ruso Vitaly Petrov. Y no estoy acusando de que el ruso tenga más o menos calidad que el italiano, pero que el factor determinante del cambio es por pasta, es un hecho.
Jarno Trulli encaraba esta temporada como la antesala a su retiro, ya con 38 años, el italiano no puede hacer frente a la hornada de jóvenes talentos y con bolsillos repletos de dinero que atesoran hoy en día la F1, y simulará como otro viejo rockero como es Rubens Barrichello, su salida sin armar jaleo de la Formula 1. Una F1 que le debe bastante y que no le ofreció más que una única victoria, con Renault (sus mejores días) y en Mónaco, como los grandes.