Liberad a Willy por favor, que está metido entre ese amasijo de hierros con logo de Bentley. Ah, no, que es el nuevo prototipo de SUV de Bentley, el Bentley EXP 9 F.
¿Es un barco? ¿Es un avión? ¿Es una ballena? No, es lo que Bentley cree que es un SUV. Para empezar, lo de SUV se lo inventaron las marcas generalistas que no sabían hacer todoterrenos como dios manda y tenían que adaptarse a la moda de los Hummer. Y siguiendo las siglas de SUV: Sport Utilitary Vehicle, me saltan las dudas de que sea deportivo, de que sea de utilidad, y de que sea hasta un vehículo. Vaya ñordo señoras y señores.
Me gustan los Bentley, aunque por mi edad pueda parecer lo contrario. Son coches elegantes y señoriales, porque hay que reconocerles que son bonitos a más no poder. Y ahora hacen un frontal que parece estar hecho a puñetazos y le colocan unas llantas recién sacadas los peores barrios del Bronx. Además, los pasos de ruedas traseros acaban de salir del gimnasio con esteroides, y ni si quiera han disimulado la trasera de la plataforma del nuevo Touareg. Que lo que le faltaba a un coche de lujo era compartir plataforma. Manda huevos.
Al prototipo le han montado el famoso 6.0 W12 de la firma británica, que entrega unos teóricos 600 CV y 800 Nm de par amén de la tracción integral que seguramente utilice para salir de la carretera… al arcén. Me río yo del que vaya a pisar un charco con un coche así. Se plantean la posibilidad de montarle el 4.0 V8 Biturbo mostrado en el nuevo Continental GT, e incluso alguna opción híbrida. Del diésel no dicen nada en la nota de prensa, pero vete tú a saber. Han permitido que esta aberración salga a la luz, que más da manchar aún más el nombre de Bentley.
El interior está a la altura de la marca, con lujosos acabados como marcan los cánones de Bentley. Eso sí, en un coche del tamaño de un tanque, la disposición de los asientos es de 4+1, lo que quiere decir que o bien montas a un niño esquelético o te pones un minibar. Eso va a elección del cliente, igual que todo el interior del coche como es normal en la marca.
Como al conductor al fin y al cabo le interesa el interior del vehículo, alguno picará en comprarlo, y si no, siempre quedará el típico jeque que le sobren los petrodólares. Y, bueno, podéis pensar que es envidia por no tener suficiente dinero para comprarlo, que también, pero si gasto dinero en semejante hijo del mismísimo belcebú mereceré el eterno infierno.
[…] para cuando llegue a Bentley puede que tenga algunos más. También dijeron que su experimento de SUV el EXP 9 F no sería diésel, y al final lo será y se comercializará, que es […]