Ya está, he sucumbido a los SUV. Para los de la LOGSE, sucumbir es eso que sentisteis con vuestros compañeros cuando os decían que fumaseis porque queda más guay, pues lo mismo me ha pasado a mí con los SUV. Y es que, me han tocado la fibra con mi marca fetiche, Lamborghini.
La marca del toro italiano ha presentado en el Salón del Automóvil de Pekín el Lamborghini Urus, y es el primer SUV de lujo del que voy a hablar bien. Aunque parece que lo ha diseñado alguna marca china, porque ese frontal sacado del Aventador queda demasiado pequeño para el tamaño del SUV, sin hablar del corte del coche al estilo Evoque, o los faros traseros que parecen calcados del Ferrari FF. Y eso que iba a hablar bien.
Para intentar encajar con la estética masiva del coche monta unas llantas de 24″, de 305 mm de ancho y 35 mm de perfil. Rechazables de plano en el caso de que el modelo llegue a producción, que aunque son unas llantas muy bonitas, habría que fabricar neumáticos expresamente para el Urus, y tampoco es para tanto.
No se concreta el peso, ni la motorización pero esta mole de 5 m de largo , 1,66 m de alto y 2 m de ancho no debe pesar poco. De momento, la única referencia al peso es el uso intensivo de la fibra de carbono bajo un método de fabricación patentado por Lamborghini. El propulsor, que tampoco se concreta, le entregará al mastodóntico SUV unos 600 CV. ¿Alguien dijo miedo?
En Lamborghini son optimistas y esperan verlo en producción en 2015. Desde luego es una auténtico parricidio a la marca de Sant’Agata Bolognese, pero todas las empresas deben renovarse o morir. Dentro de lo malo, no ha salido tan mal como el experimento de Bentley, que también se ha dejado ver por el Salón de Pekín en un ambiente más propio para el que fue diseñado. Ese, que se quede y que no vuelva.
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