La potencia que ofrecían los motores de los coches que se vendían hace unos treinta años tienen mucho que envidiar a la potencia que reflejan los motores de los coches que se venden en la actualidad, sobretodo si hablamos de superdeportivos. Es por ello que en una prueba de aceleración, un coche con treinta años o más tiene pocas posibilidades contra uno actual, a pesar de que las características técnicas de ambos puedan asemejarse algo. Eso sí, también hay que decir que existen muchas excepciones.
Pero la cuestión es la misma, la tecnología de un coche actual supera con creces a la de los coches de antes, ahora los coches son más rápidos, más seguros y derrochan más equipamiento. No obstante, ¿a qué buen aficionado no le gusta un coche como los de antes?, fáciles de reparar, divertidos de conducir, y con un estilo de diseño diferente. En estas mismas virtudes pensó el dueño del Ford Granada Mk2 que os traemos hoy, un hombre al que le encantaba su Ford Granada, pero le parecía muy lento para los coches de hoy en día.
Así que decidió sustituir el motor del mismo por un V8 Ford de 4,7 litros con dos turbos procedente de un Koeningsegg CCX. Sobra decir que tuvo que emplear horas y horas de trabajo para acoplar dicho motor en el Ford Granada, y aunque estuvo a punto de tirar la toalla, no se rindió. Además del motor, equipó a este lobo con piel de cordero con la suspensión trasera independiente de un Ford Mustang Cobra del 2003-2004 y unos frenos de Porsche para frenar con profesionalidad los 1.700 CV de potencia que es capaz de desarrollar éste increíble Ford Granada.
Está claro que no hemos descrito ni la mitad de modificaciones que su dueño le ha hecho a este clásico para desarrollar semejante potencia. Pero para que podáis verlo y conocerlo un poco más, os dejaremos algunos vídeos. Es una pena que en ninguno de ellos sea vea el coche en acción, porque sin duda alguna, tiene que ser un espectáculo digno.