Hay ocasiones en las que cuando una marca decide apostar que un determinado modelo terminará de encajar en un determinado país, se equivoca. Desgraciadamente hay muchas ocasiones en las que muchas marcas se han equivocado, y muchos modelos pueden dar fe de ello.
Lo que no podemos negar es que no es nada fácil diseñar un automóvil que guste lo suficiente para que su venta sea rentable. Por eso, el lanzamiento de algunos modelos termina siendo un poco “experimental”. Este fue el caso del Renault Latitude, que se empezó a comercializar en nuestro país a principio de año.
El Latitude es un modelo que se sitúa por encima del Laguna, y que sustituye indirectamente al Vélsatis, que era un poco más caro. Debido al poco éxito que está teniendo la generación actual del Laguna, Renault pensó que el Latitude no presentaría unos datos de ventas demasiado diferentes a los de su hermano pequeño.
Así que Renault puso el Latitude a un precio muy similar al del Laguna, y gracias a esto ha conseguido cumplir el objetivo de ventas marcado. La filial de Renault España pensó que 1.000 unidades anuales sería una buena cifra límite, y para su sorpresa, el Latitude la ha cumplido en tan sólo ocho meses. Estos datos los revelaba Renault en el Salón de Frankfurt, y parece ser que lo dijeron más que satisfechos.
Para los que no los conozcáis demasiado, el Renault Latitude parte de un precio de 20.850 euros. Su gama de motores está compuesta por un motor de gasolina/etanol E85 de dos litros con 140 CV, y tres diésel con 150, 175 y 240 CV. En cuanto a equipamiento, destacan algunos detalles como el asiento del conductor, que está equipado con un sistema neumático con cojines de aire que realizan masajes en la espalda con diferentes modalidades.
Lo cierto es que es un coche que encaja perfectamente los conceptos de calidad y precio. Es amplio, confortable y cuenta con un equipamiento muy completo tanto de serie como opcional. Por lo que no es de extrañar que haya superado el número de ventas establecidas antes de tiempo.