El principal inconveniente de los vehículos puramente eléctricos es la autonomía de las baterías. Escasamente llegan a los 200 km, de media, aunque algunos modelos como el Tesla Roadster puedan recorrer algo más de 300 km en conducción eficiente y rezando a los Dioses. Si llevasemos esa autonomía en nuestro coche normal, estaría a punto de pedirnos que le diésemos de comer en cualquier gasolinera.
Toyota ha sido la más adelantada de la clase, y ya se ha desmarcado con sus futuras baterías de 1.000 km de autonomía. Esto de todas maneras sigue siendo relativo al peso, uso que le demos, etc., como cualquier coche de combustión de toda la vida. Pero ahí está el dato.
Junto al Instituto de Tecnología de Tokyo, Toyota ha desarrollado un nuevo tipo de baterías, que permitirían llegar hasta el millar de kilómetros sin recargar. El proyecto sigue estando en fase de desarrollo, pero el futuro pinta pero que muy bien. Incluso hasta el proceso de fabricación sería más económico y simple que de las baterías de Litio actuales. Habrá que ver si es igual de contaminante o no, porque puede que un coche eléctrico no genere contaminación al moverse, pero al fabricarse da hasta miedo.
De todas formas a todo desarrollo hay que sacarle beneficio, porque sino las empresas privadas no ganarían nada invirtiendo en I+D. Toyota espera colocar estas baterías en el mercado pronto, entre el 2015 y 2020. Que tampoco se pillan los dedos dándose 5 años de margen ellos. De todas maneras es un gran avance al que no hay que mirar con recelo. La economía no nos va a permitir malgastar el dinero en combustibles fósiles, y es un gran ahorro para el bolsillo y para el medio ambiente. No hace falta ir en un tanque a hacer la compra, creo que es de cajón.