Haced una marca en el calendario porque hoy publicamos la primera prueba en Motor Digital, y esperemos que no la última. Llega a las líneas de este blog el Toyota Avensis y comenzaremos con la ficha técnica del modelo.
El modelo que hemos probado es el diésel D4-D de 126 CV y 2.0 l de cilindrada. El motor japonés entrega 310 NM de par entre las 1800-2400 RPM a las ruedas delanteras a través de una caja de cambios manual de 6 velocidades, lo que consigue que el motor sea muy lineal a la hora de circular con él, como más adelante os contaremos. Es un motor que no le falta potencia, pero tampoco le sobra.
Tiene una velocidad máxima de 200 km/h, y consigue acelerar de 0 a 100 en 9,7 segundos. Todo ello gastando sólo 5,1 l/100 km como media, en ciudad aumenta hasta los 6,5 l/100 km y en ciclo extraurbano baja hasta los 4,2 l/100 km. No está nada mal para ser un coche tan grande. Cuenta con un depósito de 60 litros, con lo que teóricamente nos sale una autonomía de 1176 km. Para los más verdes, y para los demás también, emite 134 gr/km de CO2.
Sus medidas exactas son de 4,7 metros de largo, 1,81 metros de alto y 1,48 de ancho. La distancia entre ejes es de 2,70 metros, una batalla más larga de lo que su aspecto visual hace pensar. Para terminar con las mediciones nos queda el peso, dejando la báscula parada en 1490 kg.
El equipamiento del acabado Active es bastante completo pero sin florituras. Cuenta con airbags de cabeza y de cortina delanteros y de rodilla para el conductor, que lamentablemente no se encuentran normalmente en modelos de serie, aunque actualmente el equipamiento en seguridad va avanzando en todas las marcas. Chorradas técnicas como limitador de velocidad, control de crucero, freno de estacionamiento eléctrico, sistema bluetooth para el manos libres, limpiaparabrisas con detector de lluvia, encendido automático de luces o control de estabilidad también vienen de serie. Lógico y normal, puesto que algunos de esos sistemas electrónicos son demasiado comunes como para pagar un sobreprecio por ellos.