Ya falta menos, estamos en el mismo fin de semana del Gran Premio de China (el que todos recordaremos por una mala entrada de Lewis Hamilton en el pit lane que provocó la ira de sus seguidores y las mofas por parte de los aficionados a favor de Alonso) pero la gran noticia está a una semana vista del país oriental. Y es que el Gran Premio de Bahrain sigue siendo un indeciso para los organizadores del evento y para la FIA ya que la seguridad no está 100% asegurada y la integridad de pilotos y staff técnico queda en entredicho a falta de pocos días para viajar al país del petróleo y las grandes riquezas.
Bernie Ecclestone es reacio a cancelar dicho GP (seguramente porque le aportará grandiosas cantidades de billetes) aunque asegura en declaraciones que:
Me reuniré con los equipos sin ningún asunto previsto. Nada que ver con Bahréin, ni Barcelona ni Mónaco, ni ningún lugar. La carrera está en el calendario. A menos que se suspenda por la autoridad local deportiva del país, estaremos allí. No veo ninguna diferencia entre China y Bahréin. Es lo mismo. Es otra carrera en el calendario
Vamos, que por su parte, habrá GP, pero si los equipos no las tienen todas con sigo mismas, cancelarán la carrera. Red Bull y Toro Rosso son las únicas que alzan la voz y aseguran que solo aceptarán la decisión de la FIA y no la que tomen las demás escuderias. Ferrari por su parte se despunta asegurando que todo debería salir después de una reunión entre los equipos. El año pasado las autoridades del país cancelaron el evento debido a los disturbios civiles en Sakhir, y este año, aún siendo menores, siguen habiendo amenazas al Gran Premio y a sus integrantes. Veremos como acaba dicho culebrón, aunque tiene pinta de que acabará por celebrarse salvo catástrofe de última hora.