El drifting es un estilo de conducción que durante los últimos 20 años ha estado captando cada vez más seguidores. A pesar de que pueda parecer que sólo consiste en tirar del freno de mano y dejarse llevar en una curva, el drifting no es en absoluto un juego de niños, y para hacerlo “como es debido” hay que practicar y tener un mínimo de habilidades. Si no hemos hecho dirfting en nuestra vida y lo intentamos en plan aficionado, difícil será que la jugada no acabe con un mal resultado.
Pero a estas alturas ya sabemos como son las cosas, y muchos son los que sin experiencia ni el suficiente nivel, se atreven ha realizar una maniobra tan arriesgada como el drifing, y más aún de forma extrema. Se puede hacer un pequeño intento de drifting, y luego, se puede intentar hacer un derrape a lo grande, que es lo que ha intentado el protagonista del vídeo que os traemos a continuación.
En plena ciudad iba haciendo drifting con su Nissan 350z, un coche ideal para este tipo de actividades, pero como buen aficionado, ha querido superar sus límites, consiguiendo así un resultado bastante negativo. Afortunadamente no sufre daños considerables, aunque podemos decir que el coche si sufre daños bastante importantes, que no serán sencillos de reparar.
Una prueba de que para realizar este tipo de acciones hay que tener un mínimo de experiencia y de calculo. Está claro que si se hace bien, el drifting puede llegar a ser muy divertido. Además, no hace falta decir que hacer drifting dentro del núcleo urbano puede llegar a ser aún más peligroso, algo que desde luego el protagonista del vídeo tampoco ha llegado a tener en cuenta. Como os decimos, por suerte no ha habido daños considerables, y seguro que después de lo ocurrido, el protagonista del vídeo pensará más de dos veces antes de actuar.