BMW siempre ha sido muy purista con los modelos M, aunque ya ni si quiera ellos mismos se respetan con la introducción de modelos diésel o con turbo bajo la etiqueta M, y nunca ha querido denominar un modelo con la letra de su división deportiva si no conjugaba potencia y una estética deportiva.
Hasta la fecha, la marca bávara cuenta entre sus filas con modelos denominados “is” dentro de todas las siglas que les acoplan a los nombres. Estos modelos conllevan un considerable aumento de potencia, pero no llevan la estética deportiva que la marca quiere para un M. Esto cambiará y hace que tenga sentido lo que os contamos sobre el nuevo BMW Z4 M.
En M han perdido los papeles, y ahora cualquier modelo que llevara la etiqueta “is” pasará a denominarse M Performance. Esto es un ejemplo de márketing puro y duro. Al menos, estos modelos conllevarán cambios más serios que los que llevan los “is” hasta la fecha.
Los modelos M Performance contarán con motorización exclusiva a medio camino entre los modelos normales y los M Power, algo con lo que ya contaban los “is”, pero además se le aplicará un enfoque distinto a los “is” que sustituyen: serán más prestacionales. Esto es que contarán con una suspensión más dura, un kit de carrocería que los distinga de los modelos normales de su serie y le de un toque deportivo amén de un escape que suene más.