Imagina por un momento que diriges una marca de superdeportivos, con varias décadas de magníficos productos a sus espaldas, y que un buen día, se te ocurre la genial idea de elegir un compacto de segmento A de una marca generalista para darle la personalidad de los modelos de la marca que diriges, y así poder ofrecer un producto “diferente” en la gama de vehículos de dicha marca. Así nació el Aston Martin Cygnet, gracias la decisión de crear sobre la base de un Toyota IQ, un pequeño urbanita que reflejase algunos detalles de un auténtico Aston Martin.
Un vehículo muy personalizable, que aunque estuviese envuelto con la tapicería y otros detalles de un Aston Martin, no dejaba de ser un Toyota IQ. Pero gracias al Cygnet, Aston Martin tenía un modelo de acceso por un precio muy inferior al del resto de sus modelos, y además, podía presumir de tener en su gama un modelo que emitía una baja cantidad de gramos de CO2.
Con un modelo que reflejaba estas características, Aston Martin pensaba que el Cygnet gozaría de un buen acogimiento por parte del público, pero ni su atractivo precio, ni su apasionante tapicería, consiguió que las ventas del Cygnet superasen las del siguiente modelo más asequible de la gama de Aston Martin, el V8 Vantage. Así que después de poco menos de dos años en el catálogo de la firma británica, el Cygnet cesa su producción definitivamente.
En Aston Martin, aseguran que el Cygnet no tendrá sucesor ni a corto ni a largo plazo, aunque la relación de la marca británica con Mercedes-Benz, puede dar lugar a un gran número de suposiciones y de rumores. Lo que sí es seguro, es que si hay un nuevo Cygnet en un futuro, seguro que no toma como base a un modelo de Toyota. Pero ahora lo importante es que los que estén interesados en un Cygnet, seguro que haciéndose con uno en stock o de segundamano, lo consiguen por un precio bastante atractivo.