Los ingenieros venían avisando y, si bien ellos siempre anteponen la funcionalidad antes de la estética, no les faltaba ni un ápice de razón cuando auguraban que los monoplazas de la temporada 2014 de la Fórmula 1 iban a ser muy feos. ¿Quién se iba a esperar de alguien que normalmente no piensa en las formas si no más bien en su función que iba a llevar la más mínima razón en diseño?
El nuevo reglamento de la Fórmula 1 para la temporada 2014 obliga que los monoplazas bajen desde los 525 mm del chasis hasta los 185 mm de altura desde el suelo que debe tener el morro. Esto hace que los monoplazas tengan una nariz estrecha, alargada y caída para poder cumplir la normativa.
Siempre nos podría quedar el consuelo de encontrar distintas soluciones entre los equipos, pero como la FIA ha dado tan poca antelación para los cambios (recordad que los monoplazas se llevan desarrollando durante años), la mayoría de los equipos punteros tienen muy en mente utilizar este diseño, ya que según sus ingenieros es de los que mejor resultado otorgan. Y si los que más pasta sueltan eligen un diseño, tened muy en cuenta que los menos pudientes irán detrás.
¿Qué conclusión podemos sacar de este diseño? Pues que la FIA no tiene ni idea de Fórmula 1. O al menos, que los ingenieros de los equipos sí saben algo más. Observando el diseño queda bastante claro que es un apéndice añadido, mientras que todos estos años hemos visto las formas de los monoplazas adaptadas completamente a un diseño general.