Este nuevo MINI viene a pegarse de frente con el Fiat 500 por el título de Coche Gay del Año porque, a pesar de ser lo más de lo mismo, sí que se le nota un aire más afilado en la parte trasera del techo al igual que en el frontal, que obliga a los faros a estar más alzados pero igualmente redondeados. Cualquier adjetivo que se le aplique a este nuevo MINI distinto de que es lo mismo miente como un bellaco.
Pero la peor parte no se la lleva la estética exterior, que ya es bastante inquietante que sólo hayan llegado a ese diseño tras 12 años desde el primer MINI made in BMW, es que le hayan arrancado el alma al coche. Si ya de por sí fue un sacrilegio que el MINI adquiriera tamaño maxi en su reencarnación, aún es peor que le hayan arrancado el cuentakilómetros del centro del salpicadero. Se acabó el vacilar de velocidad con los colegas chupimegaguays.
El MINI empezará a comercializarse con tres variantes principales, dos de gasolina y una diésel. El MINI Cooper D será el menos potente de todos, un cuatro cilindros diésel de 116 CV, le seguirá el motor de tres cilindros de BMW para el MINI Cooper que contará con 136 CV, dejando como versión más potente el modelo de 195 CV del motor de cuatro cilindros del MINI Cooper S. Las variantes John Cooper Works no se harán esperar, y se rumorea que puedan alcanzar los 300 CV si BMW encuentra la manera de endosarle semejante berraco al nuevo MINI F56.
[…] se ha hecho mucho de rogar esta versión, puesto que hace apenas un mes se presentaba la nueva generación del MINI F56. Pocos detalles a destacar, pero internamente […]