No sé si será por Top Gear, que en Londres hay muchos nuevos ricos, o por la publisidad de unisef, el caso es que los últimos compradores de grandes superdeportivos no están teniendo los conocimientos necesarios para conducirlos. La última víctima de esta locura por adquirir superdeportivos es el Lamborghini Aventador que nos ocupa, protagonizando un triste vídeo.
Buena muestra de ello son los vídeos que nos llegan precisamente de la capital de Reino Unido son de superdeportivos acelerando en vacío en mitad de la calle, tan en vacío como los cerebros de sus conductores. Pero los problemas vienen cuando en sus diminutos cerebros se da la reacción necesaria para que engranen una marcha.
Saben acelerar, pero no saben parar
Esta vez, y sin que sirva de precedente, no toda la culpa del accidente podemos achacársela a las hormonas que hicieron que este pobre diablo comprara ese coche tan potente para conseguir llevarse a todas las titis de calle. Buena parte de la culpa la tiene el Mazda que se cruza prácticamente sin mirar en mitad de la trayectoria del misil tierra-aire denominado Aventador.
Pero es que para este tipo de supuestos entra también el sentido común, cosa que como podemos comprobar en el vídeo falta por todos lados. Primero: no es normal la velocidad a la que circulaba el Aventador, segundo: si vas a esa velocidad pon tres ojos en la carretera y tercero y como consejo personal: ten preparado el pedal del freno.
Por suerte, tanto los ocupantes del Mazda como del Aventador, que casi sale volando, salieron ilesos del accidente. Eso sí, la chica rubia fue la primera en recibir atenciones (aunque también se comió de primeras el Mazda).
httpv://youtu.be/kfS8iz2NaLE
Vía Carscoops