A principios de diciembre de 2013 recibíamos una noticia que conmocionaría dos mundos estrechamente relacionados, el del motor y el del cine, puesto que el actor Paul Walker, conocido por su papel en la saga Fast & Furious, y su amigo Roger Rodas fallecían en un accidente de tráfico.
El vehículo en el que ambos perdieron la vida era un Porsche Carrera GT, un exótico superdeportivo V10 de la que la misma Porsche no estaba muy orgullosa por su seguridad. Con esta información en la mano, la mujer de Roger Rodas ha demandado a Porsche por la muerte de su marido.
Las causas del accidente que se llevó la vida de Paul Walker y Roger Rodas ya han sido investigadas dando como resultado que la alta velocidad fue la causante. Pero la mujer de Roger Rodas no ha quedado tranquila y ha demandado a Porsche por que ellos mismos consideraron el vehículo inseguro.
La marca alemana ya confirmó que el Porsche Carrera GT había sido modificado por la empresa de preparación de Walker y Rodas, AE Performance, pero conociendo la calidad de las preparaciones de la empresa no es comprensible que pretendan escudarse en ese motivo.
La velocidad a la que supuestamente circulaban es de 150 km/h, velocidad que personalmente no creo que suponga un problema de estabilidad para un deportivo como el Porsche Carrera GT, aunque la mujer de Walker mantiene que el vehículo circulaba a 85 km/h. Suponemos que tendrá sus fuentes.
Por otro lado hay que reconocer que el estado de las ruedas también podría haber sido el detonante del accidente, puesto que tenían más de 9 años de antigüedad e incluso podrían ser las originales del modelo lo cual no diría mucho en favor de Walker y Rodas.
En cualquier caso, y sin ánimo de frivolizar, me parece que en Estados Unidos está de moda demandar por cualquier cosa a las empresas para intentar sacar tajada. Para Porsche el Carrera GT accidentado sufrió modificaciones y los neumáticos estaban en mal estado, muy malo debiera ser el abogado de la marca alemana para no salir airoso de una demanda así.
Vía | Motoradictos