Qué insensatez de diseño. Bendita insensatez. ¿Dónde te habías escondido Lamborghini? Desde el Diablo, la marca italiana se había contenido bastante en sus diseños -seguro que no tiene nada que ver la compra de VAG, qué casualidad- y aunque el Aventador ya marcaba tendencias, obviando el Jota por ser un One-Off, hasta ahora Lamborghini no había sido ella misma.
Porque si el cliente se gasta los 3 millones de euros que cuesta el coche, lo que menos está buscando es un coche estéticamente racional. Vale que tampoco sea plato de buen gusto no poder superar los badenes, pero para eso están los ingenieros que han conseguido extraer 750 CV del V12 de 6.5 litros, para que hagan algo con las suspensiones. Además, para darle la seguridad de la que carecían aquellos lambos irracionales, contará con tracción a las cuatro ruedas y una caja de cambios de 7 velocidades, para dosificar tanto pura sangre con 5 modos de funcionamiento.
Este morlaco apenas pesa 1.450 kilos, siendo 125 kilos más ligero que el Aventador, con el que comparte bastantes partes estructurales y la base del diseño, siendo su monocasco de fibra de carbono y los subchasis delantero y trasero de aluminio. Las llantas son de 20 pulgadas delante y 21 detrás, por aquello de ser más malote. Por cierto, del diseño de éstas no se habla tan bien como me esperaba, pero he de decir que el toque a Fórmula 1 mola bastante -aunque es absurdo juzgar con cabeza el diseño del modelo en general-.
Y ahora vamos con la parte importante, el nombre. Lamborghini Veneno. Seguro que os vienen sudores fríos de pensar en ese nombre u os echáis a bailar unas rumbas, pero no, el nombre sí tiene inspiración española pero es, como siempre -y ésta vez por suerte-, el nombre de un toro. Concretamente de un toro lidiado burlado,acosado,asesinado en Andalucía y que mató al torero José Sánchez Rodríguez en la Plaza de Toros de San Lúcar Sanlúcar de Barrameda.