La marca bávara presentaba ayer la que se podría considerar la nueva generación de su X5, que refleja una imagen más actual y más acorde con los últimos modelos de la gama. Un aspecto más vanguardista, agresivo y elegante que no sólo se centra en su imagen exterior, sino también en su interior, dónde también vemos un guiño al interior de otros modelos de la gama, y en el que destaca una pantalla táctil de 10,2 pulgadas con la que se puede acceder a múltiples funciones.
Respecto a su antecesor, es 29 mm más largo (4.886 mm), 5 mm más ancho (1.930 mm), y 14 mm más bajo (1.762 mm). Por otra parte, la distancia entre ejes sigue siendo la misma (2.933 mm), y es que a fin de cuentas, estamos hablando de un gran lavado de imagen y no de un modelo completamente nuevo. Otro de los aspectos que ha mejorado BMW en él respecto a la generación anterior, es que el nuevo X5 cuenta con un maletero con un 7% más de capacidad. En cifras, BMW asegura que el maletero puede albergar 650 litros, que abatiendo los sillones traseros, se convierten en unos fabulosos 1.870 litros.
El nuevo BMW X5, que adopta el código F15, también pesa 90 kg. menos que su antecesor, gracias a eso consigue ser un vehículo más cómodo y fluido. Llegará a los concesionarios de Europa a principios de otoño, y en Estados Unidos muy poco después. Las primeras versiones disponibles, serán el xDrive30d, el xDrive35i, el xDrive25d, y una nueva versión denominada sDrive25d, que a diferencia de las otras, no es tracción total, sino trasera.
El modelo sDrive25d cuenta con el mismo motor que el xDrive25d, pero gracias a que BMW ha sustitudo la tracción integral por la trasera, este modelo es capaz de emitir tan sólo 149 g de C02 por kilómetro. De momento no se ha comentado nada sobre los precios, pero suponemos que no cambiarán demasiado respecto a los del modelo actual.