Lo que hoy conocemos por carreteras comenzó con el nombre de calzada, y se lo debemos a los romanos. Antes cada uno se buscaba la vida para ir de un punto a otro, mientras que fueron los romanos los primeros en crear vías concretas.
No fue hasta el 312 a.C. cuando se hizo la primera calzada romana como tal. Aquella calzada apenas eran unas piedras colocadas en fila, dotando de un ancho y una dirección a la vía. Para nada estaban colocadas completamente lisas, pero aguantaban mucho mejor las inclemencias del tiempo con lo que permitían viajes más rápidos y, en cierto modo, más seguros.
Desde entonces ha llovido bastante y actualmente contamos con tecnología en la construcción suficiente como para crear las carreteras perfectas. Se puede conseguir que la calzada desvíe una gran cantidad de agua en caso de lluvias torrenciales o que su abrasión sea suficientemente fuerte como para mantener un coche pegado al asfalto a grandes velocidades.
Pero la misión principal de una carretera es unir dos puntos geográficos mediante una vía que permita un transporte seguro y rápido. Por suerte ya no vamos en los carros tirados por caballos o mulas de la antigüedad, y ahora nuestros vehículos son obras de arte de la ingeniería.
No todos los lugares geográficos son los más idóneos para construir una carretera, así que vamos a echarle un vistazo a las verdaderas obras de arte de los ingenieros técnicos de caminos, canales y puertos de otros países. Como siempre, los sudamericanos dejando que desear. Pero lo mismo se lo das a un alemán y también te la lía.
httpv://youtu.be/JNde2A3jiYY