httpv://youtu.be/RLqPly6y7gQ
Conocida es la afición de los americanos por acelerar a máxima velocidad en línea recta. Es más, hasta hace relativamente poco tiempo ningún coche americano era signo de deportividad en circuitos directamente con alguna curva, porque eran auténticas barcazas.
Superada esa parte con coches como el Corvette, ellos siguieron a lo suyo, marchándose a los desiertos a darle fuerte al pedal del acelerador para conseguir la máxima velocidad punta tanto de vehículos de producción como de vehículos modificados por sus propios dueños. Uno de ellos es Brian Gillespie que se fue hace unas semanas al desierto de “El Mirage Lake” en el desierto de Mojave, California, con su Honda Insight preparado.
El compacto híbrido de Honda estaba preparado para alcanzar más de 300 km/h, velocidad a la que Brian perdió el control de su Insight dando unas 3 millones de vueltas de campana, así a ojo. El “Okay” que suena al final del vídeo parece decir “Vale, ya puedes llamar al juez para que levante el cadáver que vamos a recoger trozos de tío de aquí a Groenlandia”. Me lo tomo con humor porque milagrosamente Brian salió ileso del espectacular accidente.
Lamentablemente no pudo reparar su coche para participar al día siguiente, pero creo que no era en competir precisamente en lo que estaba pensando Brian después del accidente. ¿Quién dijo que fuera fácil conducir en línea recta?