Mercedes-Benz C63 AMG Coupe

Era lo que le faltaba a la clase C de Mercedes. Una versión coupe, y como pasa con sus hermanos, era cuestión de tiempo que AMG firmara una versión “propia” del nuevo modelo de Mercedes. Como norma general de AMG, montará el motor desarrollado por ellos mismos con colaboración de Mercedes, el V8 de 6,2 litros y 457 CV que tan imponente suena al arrancarlo. Y no sólo suena, empuja como una mala bestia. Consigue llevar al nuevo coupe de la “merche” en 4,5 segundos de 0 a 100 km/h, una fracción de segundo más y se te acabó el disfrutar del coche en las autovías españolas. De todas formas si consigues estar en un lugar lo suficientemente seguro y legal como para llegar al límite del coche, te encontrarás con el aguafiestas, pero no por ello menos importante, límite de velocidad electrónico que montan la gran mayoría de coches de altas prestaciones alemanes, dejando la punta en 250 km/h clavados.

Por cierto, la caja de cambios que consigue llevar a esta diablura de motor en este coche a esas cifras es una Speedshift MCT de doble embrague y siete velocidades. Después de hablar de la fabulosa mecánica del coche toca hablar de la parte ciclo. Aunque poco hay que hablar que no se sepa ya, puesto que como los alemanes son tan listos, este coche es intrínsecamente idéntico al C63 berlina, así que todos los componentes como suspensión, aerodinámica y equipo de frenos son los mismos que los de su hermano mayor, salvando las diferencias entre configuraciones puesto que no es lo mismo una berlina que un coupe.

Y que sepáis que el C63 AMG Coupe no será lo más bestia que se vea sobre esa carrocería, ya les tocará el turno a Brabus y compañía. Dentro de la propia AMG se ofrece el AMG Performance Pack, que eleva en 30 CV la potencia del motor inicial, dejándolo en unos 487 CV solamente. Además con ese paquete especial el coche consigue llegar a los 100 en una céntesima menos, 4,4 s. de nada.