Los fabricantes tienen que enfrentarse con leyes anticontaminación cada día, es lógico, no es plan de cargarse el planeta porque vayamos con nuestro culito sentado a todas partes. Un gran aliado de los ingenieros es el downsizing, reduciendo la cilindrada de los motores intentan conseguir cada vez más potencia. Esto tenían que haberlo hecho antes, pero bueno, más vale tarde que nunca.
Pero ahora llega Dodge y su Viper. El Viper es un coche irracional por construcción, que simplemente apela a nuestros sentimientos para que nos hagamos con él. Igual que cualquier otro superdeportivo. Pero por muchos sentimientos afables que tengamos hacia él, la ley es impepinable y se cumple sí o sí.
Los ingenieros de Dodge están trabajando en un nuevo motor para el Viper aún más grande que el actual. El nuevo Viper tendría un motor 8.7 L V10, trescientos centímetros cúbicos más grande que el último motor que montaba, hay que recordar que ya no se vende.
¿Quién ha perdido el juicio aquí? Todos los demás fabricantes trabajando por sacar más partido a menor cilindrada, y ahora llegan los de Dodge y no se matan la cabeza. Trabajan como si nunca se les acabará el petróleo.
Este motor se convertiría en el más grande utilizado por Dodge, y encima con orgullo. Cierto es que en un coche como el Viper, la contaminación pues casi que es ridículo pensar en ella teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros que pueda hacer al año, incluso a lo largo de su vida. Pero una cosa es eso, y otra cosa es que recurran a lo fácil para conseguir más potencia. Así yo también. Sólo les queda cambiar las suspensiones por ballestas.
Vía Allpar