Este modelo nace de un proyecto iniciado en 2010 por la empresa Tauro Sport Auto, con la colaboración de un fabricante británico de vehículos de competición (la misma empresa que fabrica los chasis de los Mosler de competición). Se propusieron una meta, y es la de volver a construir “deportivos de verdad”. Harto complicado para ser principiantes, pero tienen buena compañía.
De momento parten de un modelo que fue un fiasco comercial, y eso no es buena señal. La base utilizada es la de un Pontiac Solstice, aquí conocido como Opel Speedster, y ni uno ni otro fueron ningún superventas a pesar de su manejo bastante aceptable. Para solventar este problema han cogido el toro por los cuernos con el cambio total de motor.
El motor es un V8 de 6,2 litros de General Motors, sacado directamente de los Corvette, un LS3 E-Rod. El motor desarrolla 440 CV y 586 NM de par, que en los 1.250 kg de peso del conjunto, es una cifra muy respetable. Opcionalmente se ofrecen distintas mejoras que elevan la potencia hasta los 480 CV o 530 CV con un par motor de 644 NM y 663 NM respectivamente.
Ahora bien, el creador asegura que se puede exprimir el motor hasta los 650 CV. Si se consiguiera, muchos superdeportivos de renombre se verían doblegados ante el deportivo español si es capaz éste de no dejarse los neumáticos en la salida.
Hay dos tipos de cajas de cambio, la de serie es una caja manual de 6 velocidades con relación cerrada de la firma Tremec. Si el cliente lo desea, opcionalmente hay un cambio automático de General Motors que podría contar hasta con levas en el volante.
Las zapatillas del Tauro V8 Spider son 19 pulgadas en el eje delantero y 20 pulgadas en el eje trasero, que consiguen frenar a través de discos ventilados de 360 mm en el eje delantero con pinzas de seis pistones, mientras que en el eje trasero los discos ventilados serán de 335 mm con pinza de cuatro pistones.
La estética del modelo es encandiladora, porque sabiendo como es el Pontiac Solstice, consigue no hacerte recordarlo para nada salvo en los detalles obvios como el interior tan bien rematado. Si dejas de pensar que puede ser un kit car, y te olvidas de que la trasera parece sacada de un Lotus Elise, te gusta seguro.
Y ahora llega, como la llaman en Andalucía, “la dolorosa”. La factura es demasiado alta, si no tuviera los orígenes que tiene, porque el precio partirá de los 100.000 € y hasta que la imaginación llegue.
Se fabricarán sólo 30 unidades, de ahí que el precio sea tan “alto” porque cada unidad será construida a gusto del cliente completamente, por lo que, ese precio es simplemente orientativo de la versión que podría ser más barata montando la caja de cambios manual.
Esperemos que podamos ver más modelos con firma española en los años venideros.
KZ says
Interior muy pobre.
Por fuera no está mal.
El motor tiene buena pinta pero habría que probarlo.