Hace unos años, Audi lanzaba un divertido anuncio para promocionar el A3 Sportback en el que varias personas de una ciudad se turnaban para conducir el susodicho automóvil. Cuando era el turno de alguien, el que conducía tenía que parar y cedérselo y así hasta por la noche, cuando el coche se aparcaba y no volvía a cumplir sus servicios hasta el día siguiente.
¿Por qué rescatamos este anuncio del pasado?, pues muy sencillo, porque queremos analizar de forma muy breve como resultaría la idea de tener un coche compartido con otras personas. Es cierto que si comprásemos un coche con varias personas, el precio y el mantenimiento del coche sería mucho más reducido, pero eso implicaría no disponer del coche siempre que lo necesitásemos, ni poder considerarlo una posesión propia. Por tanto, empezaremos diciendo que un coche utilitario, a nuestro punto de vista, no sería un buen coche para compartir.
¿Qué queremos decir con esto?, pues que en el caso de comprar un coche para compartirlo, este no debería de ser un utilitario que necesitásemos conducir para el día a día o para realizar diversas tareas, sino más bien un coche pasional, que sólo utilizásemos para pasear o disfrutar de la conducción en nuestro tiempo libre. Eso no significa que comprar un coche entre varias personas sea una buena idea, pero si se optase por ella, ésta sólo podría dar buenos resultados siempre y cuando el coche que se compre se utilice para disfrutar y no por necesidad.
De este modo, cuando alguno de los propietarios necesitase este coche, no entraría en disputa con otro que lo necesitase al mismo tiempo, pues sería un “coche capricho”, y mientras se repartieran los gastos de forma igualitaria, no tendrían por qué surgir ningún tipo de disputas. Un buen ejemplo lo tenemos en los coches que se compran para correr en los circuitos, muchos son los grupos de amigos que adquieren uno para utilizarlo únicamente en tandas, repartiéndose entre todos ellos los gastos y disfrutando prácticamente por igual.
Así que nuestra conclusión sobre este tema no es otra que la expuesta, que si se adquiere un automóvil entre varias personas, la razón sea únicamente el disfrute y no la necesidad. Ya dependiendo del capital de cada uno, se podrá elegir entre una opción u otra, aunque lo mejor siempre sería optar por un coche usado, puesto que no supondría un gran coste respecto a uno nuevo. Y vosotros y vosotras, ¿pensáis igual? Sea como sea, no dudéis en darnos vuestra opinión al respecto. Mientras tanto, os dejamos a continuación el anuncio que os comentábamos más arriba.
Fernando says
Bueno, aunque parezca complicado yo conozco a dos personas que compraron un coche a medias y lo usan según necesidad. No viven juntos, de hecho están en diferentes barrios, pero su costumbre es moverse por la ciudad con bus o metro. Cuando alguno lo necesita simplemente lo habla con el otro. No suelen coincidir, esa es la cuestión. Imagino que siendo más sería más complicado. Yo lo veo bien pero de momento prefiero compartir trayectos puntuales, que es más sencillo por medio de http://www.blablacar.es y así evito posibles conflictos pues a mí el coche me es necesario casi a diario. Si mis necesidades cambiasen creo que podría optar sin problema por la fórmula de mis colegas para ahorrar bastante dinero. Con el dineral que me cuesta el coche actualmente (la gasolina es un peligro) me lo planteo ya mismo.
Jose says
Hola. A ver si me podéis resolver la pregunta que se me plantea.
¿Qué consideraciones legales hay que tener en cuenta para comprar un coche entre varios amigos?
Sé que sólo se puede poner el coche a nombre de una persona en Tráfico. ¿Sería conveniente crear algún tipo de asociación a nombre de la cuál figurara el coche?
Agradecería toda la información que me pudieran aportar al respecto.
Un saludo y gracias de antemano.