El tema de la prueba se está alargando demasiado, pero estamos llegando ya al final, mea culpa. Hoy trataremos de mostraros nuestras impresiones en la prueba del Toyota Avensis sobre la conducción y la dinámica del vehículo. De antemano deciros que marcas como Volkswagen, Audi o BMW deben espabilarse porque la calidad del producto japonés no se queda atrás.
La única diferencia que se puede encontrar entre el Toyota Avensis y cualquier berlina de su categoría de cualquier marca alemana premium, es en los asientos de cuero y punto. El motor D4-D de 126 CV estira muchísimo, dentro de una lógica, pero hablando de pegada tiene bastante y contundente. Serán los 310 Nm de par, que se hacen esperar porque a bajas revoluciones tiende a tirar poco, pero en cuanto se pasa de las 1.500 RPM entra en acción otro mundo prácticamente sintiendo que el coche te pega al asiento.
Lamentablemente, la dirección no me gusta nada. Inspira poca confianza al estar tan asistida, que para maniobrar en ciudad viene perfecto, pero en carretera no genera la confianza necesaria. En curvas reviradas y circulando con “alegría” el coche se agarra a la carretera, pero es casi como realizar un salto de fe porque el feedback de la dirección no transmite la seguridad necesaria.
El aislamiento del vehículo es excepcional, o seré yo que sólo he conducido coches más ruidosos. El sonido del motor apenas se nota en el habitáculo, lo cuál es una pega en ciudad porque unido a que el coche tiene poca fuerza en bajas revoluciones se me ha calado más de una vez en un semáforo (ya luego me martirizo yo, tranquilos). En autovía la rumorosidad es prácticamente inexistente a velocidades legales, sólo haciendo MUY el cafre se empieza a oir algo, aunque igualmente sigue sin molestar lo más mínimo.
Mañana acabaremos con la conclusión y nuestras recomendaciones. Si queréis más información sobre la prueba sólo tenéis que hacer click en los enlaces y en la parte que queráis ver.
Prueba Toyota Avensis Ficha Técnica