Desde que el blog arrancó os puedo asegurar que esta semana ha sido una de las menos prolíficas en cuanto a artículos publicados hemos tenido, si no es la que menos. No por ello hemos bajado la calidad, ni es motivo de que vaya a bajar en un futuro, porque volvemos con las pilas totalmente cargadas y con nuevas ideas para conseguir entreteneros.
Aunque en martes, y esta sección es para los domingos, hacemos un repaso a todo lo que hemos visto esta Semana Santa en Motor Digital:
- Audi nos sorprendía -metafóricamente- con un nuevo modelo en sus filas, el Audi A3 sedán. Aunque no lleve una estética rompedora, lo que sí sorprende es que la gama A3 reciba un modelo sedán -el primero desde que se creó-. Ahora habrá que diferenciar los modelos sedán de Audi con una cinta métrica A3, A4, A6, A8, parecen cortados por el mismo patrón. Por supuesto, no iba a ser menos el A3 sedán, también cuentan con el Audi S3 Sedán, para los más “deportivos”. ¿Una posible versión RS3 derivada del modelo sedán? ¿Por qué no? Ahí es dónde Audi verdaderamente se luce con sus modelos más prestacionales, suelen ser las carrocerías más ilógicas deportivamente hablando.
- Toyota ya tiene la renovación de su modelo Vios, que, para los menos avezados en el mundo del motor, es una versión del Toyota Yaris con un tercer volumen. Ha sido presentado en el Salón de Bangkok, con intenciones de no salir del mercado asiático, puesto que allí los sedanes pequeños tienen un gran nicho de mercado.
- Por último quiero mencionar la opinión de Juan sobre la acción de Vettel en el GP de Malasia, ya que, como bien dice, ¿Qué sería de la Fórmula 1 sin un poco de rebeldía? No comparto del todo la opinión de mi compañero, pero lo que debo decir es que, como buen shurmano, “No te falta razón, no te sobra razón”. Vettel no cumplió las órdenes de equipo, cuando Webber sí lo hizo, asestándole una puñalada trapera de libro. Quizás el fragor de la acción tan sucia del alemán respecto a su compañero no nos deja ver que, en el fondo, si no hubiera sido por esa acción Red Bull hubiese ganado otra carrera más -y con razón- pero sin dar una pizca de espectáculo, como siempre.