Hace tan solo dos años, la marca de lujo de Toyota, Lexus, nos sorprendía con la presentación de un superdeportivo de rasgos orientales, capaz de plantarle cara a los superdeportivos más radicales del momento. A día de hoy, poco a cambiado sobre sus características, este superdepotivo que fue bautizado como Lexus LFA, aún sigue siendo un gran objeto de deseo que le quita el hipo a todo el que lo conduce. Y para no ser menos, pues os recordamos que porta un motor V10 de 4,8 litros que entregan una potencia total de 560 CV, con el que es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h, y acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 3,7 segundos.
¿Hace falta decir más?, pues sí, su precio no es precisamente bajo, pues cuesta casi medio millón de euros, una cantidad con la que prácticamente, se podrían adquirir dos Ferrari California. Pero sus prestaciones, su personalidad y sus rugidos hacen que la compra de un LFA no sea tan descabellada después de todo.
No obstante, para todos aquellos interesados que puedan permitirse uno y que se estuviesen planteando adquirirlo, sentimos decirle que ya no podrán, al menos nuevo, pues ésta misma semana salía de la cadena de montaje de Motomachi la última unidad de este superdeportivo de infarto. Hay que destacar que cuando se presentó, Lexus dejó muy claro que su fabricación estaría limitada sólo a 500 unidades (una fabricada por día), por lo que podemos decir que ha cumplido su palabra.
Esta última unidad es de color blanco, y es un LFA Nürburgring Packcage, que muy pronto podrá disfrutar su afortunado comprador o compradora. Lamentablemente, de momento no tendrá un sucesor directo, de hecho, Lexus confirmó que no fabricaría una versión descapotada, de la cuál existe un prototipo. Lo que si es seguro, es que debido a su exclusividad, las unidades de este modelo con el tiempo, se revaloricen mucho, y viendo lo que costaban nuevas, en el mercado de segunda mano no tendrán un precio de ganga precisamente.