No, no, no y tres mil millones de veces no. Este no es el Focus que a mí me gusta. Que manera tan alegre de joder un diseño bonito, elegante y moderno. La super-mega-entrada de aire frontal, guay del paraguay, se carga todo el estilo del coche. Porque hacer la comparación entre ella y un reptil…bueno vosotros ya lo habéis visto.
Ahora nos vamos a la parte trasera, donde nos encontramos la misma trasera que en un Focus normal salvo por el ¿difusor? con doble salida de escape añadido. Añadido literalmente, porque perfectamente cualquier kit tunero tendría un mejor acabado incluso habiéndolo hecho de plastilina. Y la doble salida de escape central, que en realidad es una sola pero parecen dos, ¿a que viene?. ¿Acaso lleva un V8 tremendo bajo el capó? Dios santo cuanto daño ha hecho el tuning. Porque que los coches salgan ahora tan refinados en diseño lo ha generado el tuning, ya que las marcas en su afán de acaparar no quieren repartir el pastel, y para que engañarnos, no te puedes comprar un coche nuevo y pensar que le vas a cambiar antes de montarte en él.
Pero es que no queda ahí la cosa. Yo no sé a que mente privilegiada en Ford se le ocurrió que un hatchback de tres puertas más deportivo no era viable, ahora me arrepiento de haber pensado “bueno con el Focus ST nos podemos apañar”. No sé que harán para el Focus RS, pero el vade retro satanás se lo lleva el Focus ST Wagon. Sí señores, Ford ha sacado una versión más ¿picante? de la versión familiar del Focus. Ni que tuviesen entre manos la potencia de un RS6 para darle sentido a tal aberración. Esto es lo mismo que llamar deportivo a un BMW M5, no me mezcléis las churras con las merinas por favor. A ver si por que tenga buen motor, y se comporte de buenas maneras en una pista ya es deportivo. Menudo tanque por Dios.
Por suerte Ford ha escogido un nuevo bloque motor, el 2.0 EcoBoost que le otorgará a ambos engendros 250 CV de potencia y 360 Nm de par motor. Buenas cifras teniendo en cuenta que tendrán que ser digeridas por las ruedas delanteras a través de una caja de cambios de 6 velocidades manual. Menos mal que en la conducción seguramente no te hagan recordar lo feo que son por fuera. Con relación al anterior bloque del Focus ST un 2.5i de 5 cilindros, este nuevo motor reduce en un 20% el consumo. No está nada mal, pero si seguimos la estela de los ordenadores debería haberse reducido más del doble, ya que la evolución de los núcleos en un pc se va casi multiplicando por dos en cada evolución, pero en los coches aún hay verdaderos chupasangre por ahí rodando.
Menos mal que el Evos Concept salió hace poco tiempo, a ver si para el restyling de la gama ST beben de estas líneas por favor. ¿Y?, sí dije que nos atosigaban con nuevos concept sin dejarnos disfrutar del modelo nuevo, pero yo creo que se olían críticas como ésta y adelantaron trabajo.