Bugatti ya anunció en su día que el Veyron Super Sport iba a ser su fin de fiesta para el Veyron. Con 30 unidades limitadas del deportivo de “serie” jamás creado por el hombre, tomaría fin el nombre Veyron. Ilusos.
Vayamos por partes porque esta noticia no tiene mucho que ver con el Salón de Shanghái. Allí Bugatti simplemente tenía montada una “exhibición” de sus modelos, para ver si cae la breva de vender otro Bugatti en el propio salón como hiciera en 2008 cuando entró en el mercado chino, y el primer Veyron fue vendido en el mismo salón a un precio de 2,2 millones de €.
Dos de esos modelos son un Grand Sport en blanco mate y fibra de carbono azul, y el otro un Super Sport con la fibra de carbono de la carrocería al descubierto, y un elegante interior claro. Pues son las dos ediciones limitadas, limitadísimas, que Bugatti ha preparado para el mercado Chino, donde parece ser que hay más ricos que nunca.