Las nuevas tecnologías en el campo de la automoción terminarán acabando con los motores de combustión que tanto admiramos, el sonido de un motor en V es irremplazable. Pero bien es cierto que nos estamos cargando el planeta y algo hay que hacer.
En auge están tecnologías como la hibridación de los motores, mezclar un motor a combustión con uno eléctrico, o simplemente vehículos con motores eléctricos. Estos últimos son los más respetuosos con el medio ambiente a la hora de conducirlos, mientras se fabrican es otro tema, pero tienen un grandísimo hándicap y es el de la autonomía.
Mientras la autnomía de los vehículos eléctricos siga siendo ridícula los motores de combustión tendrán su lugar, pero por autonomía, no por potencia. Y es que los motores eléctricos tumban a cualquier mastodente de gasolina que se les ponga por delante.
El ejemplo lo han puesto la gente de Automobile Magazine, enfrentando al todopoderoso BMW M5 2012 contra un Tesla Model S Signature Performance. El alemán cuenta con un motor V8 de 560 CV que entrega 680 Nm de par, mientras que el eléctrico otorga 416 CV y 600 Nm de par. BMW ha cronometrado el 0-100 del M5 en 4,2 segundos, mientras que el Tesla Model S para el crono a los 4,4 segundos.
En el papel, el BMW vence al Tesla, pero en la práctica hay que recordar que el eléctrico cuenta con los 600 Nm desde 0, mientras que el motor de combustión debe “esperar” hasta las 1.500 rpm para conseguir los 680 Nm. Esta sutil, y brutal a la par, diferencia hace que el Tesla consiga vencer al todopoderoso M5 en una carrera de aceleración.
httpv://youtu.be/vvHTN0Yi1t4