httpv://youtu.be/DWhilacxpvg
Rod Millen es una auténtica leyenda del motor en Nueva Zelanda, y padre del que seguramente conozcáis Rhys Millen. Cada año, por su cumpleaños, se hace un especial regalo y llama a sus amigos del mundo de la competición para participar en el Leadfoot Festival.
En dicho festival se dan cita sus amigos y pilotos para hacer una subida por una pista de 1,6 km que llega hasta su casa. Cada cual lleva lo que le parece, y al protagonista de este vídeo, Ron Hope, no se le ocurrió otra cosa que llevar su dragster Rat Trap de 1968 para participar en la subida. Se me olvidó mencionaros una cosa, esa carretera tiene curvas.
Un sólo golpe de gas bastó para que Ron rebozara, cual croqueta de nuestras madres, por los pastos de la finca de la familia Millen, el precioso dragster. Y suerte tuvo de no acabar en un pequeño lago que había al lado.
Todo se puede arreglar, y, aparte de no sufrir daños personales, Ron podrá participar en las próximas carreras que tiene programadas en su calendario. El año que viene si le vuelven a invitar, se pensará dos veces el llevar otra vez el dragster o no.